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viernes, 27 de noviembre de 2015

Peter Schössow, cuando el ordenador sirve al arte


Peter Schössow nació en Hamburgo en 1953, lugar donde vive en la actualidad y en cuya Universidad estudió Diseño. Trabaja como ilustrador de libros, periódicos y revistas. Ha trabajado, entre otros, para Der Spiegel, Der Stern y ha dibujado para Die Sendung mit der Maus. Ha ilustrado numerosos libros infantiles, por los que ha recibido diversos e importantes premios literarios.
Una de sus características como ilustrador es que utiliza programas de ordenador de diseño y retoque fotográfico para realizar sus trabajos. Toma de ellos los fondos, capas y recursos para conseguir sus característicos ambientes, en los que da especial importancia a la luz, la atmósfera y los sentimientos y estados de ánimo de los personajes. El humor, expresado a través de las situaciones y sus personajes característicos, es también de capital importancia para él. Bien sea ilustrando poemas y textos de otros autores o como autor único del libro, nos encontramos ante un verdadero artista que pone como único límite a su creación lo que expresa en esta frase: “¡Nunca intentaría embellecer un texto a toda costa o ridiculizarlo con mis ilustraciones! En ese sentido, me atengo al original; es como «prestar un servicio al texto»”


Sus ábumes se convierten en imprescindibles de las aulas de Infantil. Están especialmente indicados para los niños del tercer nivel (5 años), y son también muy recomendables para los primeros cursos de Primaria, aunque, como suele ocurrir con estos álbumes, pueden ser disfrutados por lectores de todas las edades.

Descubrí a este autor gracias a Luis Daniel González, pues leyendo su blog “Bienvenidos a la fiesta” consiguió llamar mi atención sobre él y que se lo presentara a los niños de mis aulas, que acogieron sus álbumes con entusiasmo. Reseño aquí los que he trabajado en mis clases.



“Mi primer coche era rojo”, Peter Schössow, Ed. Juventud. Se trata, al menos aparentemente, de un recuerdo de infancia, con el sabor agradable de estas evocaciones. Un niño recibe de su abuelo el regalo de un coche viejo, al que tiene que hacer funcionar. Comienza a arreglarlo y componerlo bajo la fascinada mirada de su hermano pequeño, que luego le acompañará en un accidentado ¡y emocionante! recorrido. La camaradería entre hermanos y el espíritu emprendedor y optimista de los niños convierten a este álbum en una estimulante lectura.
Los niños celebran mucho las intervenciónes de este hermano (yo, al contárselo, imito la posible “lengua de trapo” que tendría este hermano pequeño. Algo que les divierte mucho). 
Una característica de este álbum es que en una misma página aparece la figura repetida del/los protagonistas en diferentes actividades o situaciones, lo que, una vez comprendido por los niños, da gran dinamicidad a la acción.
También es interesante porque enseña de forma intuitiva las señales de tráfico, que aparecen en las páginas haciendo referencia a las peripecias del recorrido. Fue galardonado con el XII Premi Llibreters de Catalunya 2011. 








“¿Cómo es posible?!: La historia de Elvis”, Peter Schössow, Ed. Lóguez. Nos encontramos ahora con un libro sobre el duelo de planteamiento muy original e interesante. Una niña hace su entrada en un parque, se la ve triste y contrariada y llama la atención de unos personajes algo estrafalarios que la siguen. Con expresión perpleja y disgustada va preguntando a todos los que se encuentra “¿Cómo es posible?!”, lo que causa una sensación de extrañeza que hace que uno de ellos le pregunte qué le ocurre. Es así como descubren que se le ha muerto su pájaro. 
Para consolarla se les ocurre que lo mejor es organizarle un perfecto entierro con su correspondiente acompañamiento en el duelo, con corona, cirio y libro de oraciones, y su refrigerio después del entierro acompañado de la enumeración de las virtuden y sucesos protagonizados por el pájaro muerto, que cuenta la niña para trasmitirles cómo era en vida. También se abrazan y le muestran su afecto. Todo ello logra proporcionarle consuelo y ayudarle a superar su pérdida. Se trata de un excelente álbum que, aunque a alguien pueda sorprenderle, gusta mucho a los niños, que se identifican con la protagonista y el dolor por la pérdida de su mascota, pero que también consigue reconfortarles y tranquilizarles.








“El mar en calma y Viaje feliz”, poemas de Johann Wolfgang von Goethe, il. Peter Schössow, Ed. Juventud. Libro muy poético. Recreando dos poemas de Goethe narra los sentimientos de un navegante en un mar primero silencioso y en calma, y luego ya más animado cuando comienza a soplar el viento. Asombra cómo un álbum en el que no pasa nada logra transferir esa sensación de luz e inmensidad del mar y la alegría del marino cuando siente la llegada del viento. Finaliza con el navegante y su perro en la playa mirando las gaviotas con nostalgia de lo vivido. 






“La ratonera”, texto de Christian Morgenstern, il. Peter Schössow, Ed. Juventud. Historia muy humorística en la que aparecen el señor Palström y su amigo Von Korf preocupados porque el primero tiene en casa un ratón que por las noches le come el jamón. El amigo tiene una idea ingeniosa para librarle de él de manera que todos acaben contentos. Los niños se sienten muy atraídos por las divertidas rimas, es también divertido el que aparezca un caballo conduciendo un camión de mudanzas en unas escenas que tienen mucho de cinematográficas.







¡¡Máass!!”, Peter Schössow, Ed. Lóguez. Es un sencillo álbum sin palabras que trata sobre un señor que paseando por la playa en un día de viento se le vuela su sombrero y cómo corre trás de él. Con argumento tan sencillo y siempre con tonos muy suaves adecuados al tiempo atmosférico que refleja, logra comunicar los sentimientos del personaje en su correr trás el sombrero para finalizar con su petición de “Máass” al ver lo bien que se lo ha pasado. Los niños comparten ese sentimiento.








“El pobre Pedro”, texto de Heinrich Heine, il. Peter Schössow, Ed. Lóguez. Es un muy buen álbum de gran formato que, aprovechando el que fui con mis alumnos al teatro, lo lleve a la clase para que lo observaran con cuidado, pues cuenta, de principio a fin, la asistencia a una representación teatral de una obra de Heine: “El pobre Pedro”, que trata sobre un joven enamorado que ve cómo su chica se casa con otro. Ya al principio podemos ver a la niña que va a asistir al teatro poniéndose el abrigo, se ve cómo los niños, y otra gente, están sacando el billete y entrando al teatro. Hay una escena de las bambalinas con los actores maquillándose o hablando entre ellos mientras se preparan para salir a escena. Dentro del teatro podemos seguir las diferentes emociones del público, incluyendo un osito de peluche y un muñeco de latón, podemos ir viendo su actitud de interés, júbilo o aburrimiento en el transcurso de la obra, y ver en el escenario la función que se está representando, con el público de espaldas. Asistimos también el saludo final de los actores cuando acaba la representación y al público ya en la calle yéndose a casa. En contraportada aparece la imagen del edificio del teatro. 
Las imágenes que pongo a continuación son sólo de una página del libro, pues está confeccionado con escenas a doble página, pero no he encontrado en la red ninguna imagen completa. Para que los niños comprendan bien el libro hay que explicarles primero sucintamente el argumento de la obra que en él se representa.







miércoles, 25 de noviembre de 2015

Claudia Rueda, una engañosa sencillez


Claudia Rueda nació en Colombia. Estudió Derecho, que combinó con estudios artísticos y se graduó con una tesis sobre derecho romano hecha a modo de cómic. Después de un tiempo abandonó su trabajo de abogada y se dedicó a la pintura y la ilustración. Ha escrito e ilustrado más de una decena de libros, algunos publicados originalmente en inglés. Fue finalista del premio A la orilla del viento de libro ilustrado. Ganó, entre otros, el premio de la Conferencia Anual de la Society of Children’s Book Writers and Illustrators, en Nueva York en 2002 y 2003. Su trabajo se caracteriza por tener una sencillez que sólo es aparente, pues sus historias e imágenes encierran una reflexión y profundidad que la convierten en una ilustradora insoslayable.

Cito aquí algunos de sus libros que he presentado a los niños en mis clases.



“La suerte de Ozu”, Fondo de Cultura Económica. Una historia sencilla, pero con un profundo significado, narrada con imágenes muy limpias y claras que también contraponen su sencillez con la fuerza que trasmiten. Basado en un cuento oriental reflexiona sobre la suerte y la imposibilidad que tiene el hombre de determinar si las cosas que le ocurren son buenas o malas. 



Así lo cuentan en youtube:



Día de lluvia”, Ed. Océano. Una niña se queda sola en casa. Mientras ve caer la lluvia su gato sale corriendo detrás de un ratón. Ella le sigue hasta el sótano y allí encuentra muchos libros y comienza a mirarlos. En ellos va encontrando objetos, acciones y personajes de los cuentos: 1 zapatilla de cristal, 2 niños perdidos con un trozo de pan, 3 cochinitos huyendo del lobo, 4 músicos trepados unos sobre otros, 5 frijoles a cambio de una vaca… así hasta 10. 
Cuando leímos este libro en clase los niños iban dando los títulos de los cuentos a que hacían referencia las imágenes y cortos textos y les gustaba recordarlos entre todos. Hubo también alguno que desconocían y que me pidieron que les contara. La misma historia de la protagonista está algo emparentada en su comienzo y final con la de Cenicienta. Resultó un estimulante repaso de los cuentos clásicos que nos proporcionó gran disfrute.


Aunque ya saben los lectores de este blog que creo firmemente que los libros deben ser leídos en el formato para el que fueron creados, en este caso el papel, EN ESTA PÁGINA podemos verle entero y apreciar el interés que puede tener para nuestros alumnos o hijos el poder disfrutarlo teniéndolo en sus manos.





“La vida salvaje”, Ed. Océano. Dos pequeños ratones emprenden una excursión en busca de la vida salvaje. Poco a poco van explorando lo que se encuentran. Con un planteamiento similar a la fábula india “Siete ratones ciegos”, recreada brillantemente por Ed Young en su álbum del mismo título que reseñamos en su día.





“Pum”, Ed. Océano. Libro que combina la onomatopeya PUM escrita en las páginas de la izquierda y la aparición de una serie de animales extrañamente dibujados. Parece que algo que se acerca es el causante de ello. Álbum divertido y sorprendente.



“No”, Ed. Océano. Dejo para el final este libro, que considero muy interesante y que gusta a los niños muy especialmente. Álbum muy bien compuesto, con un planteamiento original y muy efectivo que, como digo,  encanta a los niños. De mucha calidad, no dudo en ponerlo en la lista de imprescindibles del aula. Resulta muy efectivo el tratamiento plástico que hace de la nieve, que es siempre, desde los primeros copos que caen hasta las grandes superficies cubiertas del final, de una textura diferente al resto, brillante y muy lisa.


Ha llegado la hora de hibernar y osito no quiere entrar en la cueva. Es más divertido quedarse fuera. De modo que desobedece a su mamá y a todas sus advertencias les dice que no. Pero el tiempo va empeorando…




Luis Daniel González, sólido y entusiasta investigador de literatura infantil y juvenil, informa en su blog “Bienvenidos a la fiesta” que en 2013 Claudia Rueda ilustró un álbum que considera excelente, “Letras robadas”, de Triunfo Arciniegas. Al no estar en ninguna de las Bibliotecas Públicas de Valladolid, todavía no he podido examinarlo. Dejo aquí un enlace a su reseña que ha suscitado mi interés.