Claudia Ranucci nació en Roma en 1973. Estudió diseño e ilustración en Urbino. Terminada la carrera se trasladó a España para trabajar seis meses como becaria en una editorial. Se quedó en España y fijó su residencia en Madrid. Ha ilustrado numerosos libros infantiles y recibido importantes galardones. Ha trabajado con muy sobresalientes y famosos escritores y escritoras. Sus ilustraciones son siempre claras y expresivas.
Reseño aquí tres simpáticos libros de similares características, con una buena composición semejante en los tres, y que tratan sobre objetos especiales y su relación con los humanos. Los textos, amables y divertidos, son de Victoria Pérez Escrivá, una escritora con la que tiene mucha afinidad. Textos e ilustración son aceptados y disfrutados por todos, pues logran que los lectores se reconozcan en los dibujos y actitudes. Gustan y divierten a los niños de cualquier edad.
“¡Splash!”, Texto Victoria Pérez Escriva, il. Claudia Ranucci, Ed. Edelvives. Historia de un señor que moja un poco por descuido con su manguera a un vecino, éste se enfada y provoca más enojos en serie que hacen que en poco tiempo toda la calle este discutiendo y riñendo, incluso los niños de un autobús escolar. La manguera conseguirá frenar las disputas.
"¡Cataplof!", Texto Victoria Pérez Escriva, il. Claudia Ranucci, Ed. Edelvives. Esta vez cuenta la historia de una señora que no hace más que comer bombones y pasteles y por eso engorda continuamente, hasta que la silla en que se sienta comienza a tirarla. El doctor y, sobre todo, el marido son personajes secundarios que cumplen un papel que divierte a los niños. Gracioso es también que, en una ocasión, la señora se quede incrustada en la pared con el cuerpo fuera y tenga que pasar el invierno así. En ese tiempo consigue adelgazar y podrá salir de su agujero y desde entonces la silla sólo la tirará cuando coma un bombón o pastel más de la cuenta.
"¡Achís!",Texto Victoria Pérez Escriva, il. Claudia Ranucci, Ed. Edelvives. Aparece ahora una escoba que siempre está estornudando, motivo por el que no dura en ninguna casa, ya que siempre acaban tirándola a la basura. Como coletilla graciosa siempre que estornuda dice: “Pero, ¿qué me pasa? No sé qué me pasa. ¿Se me pasará lo que me pasa?”. La historia tiene un bonito final cuando la rescata de la basura un jardinero que diagnostica su mal como alergia al polvo. Al barrer ahora sólo las hojas de los árboles sanará su mal. Otro detalle simpático es un gato callejero rubio que siempre se ve entre las basuras con la escoba y parece que es adoptado también por el jardinero.
Pongo ahora una entrevista que hicieron a la escritora e ilustradora.
Claudia Ranucci tiene un blog que se titula “La ilustración es magia”
No hay comentarios:
Publicar un comentario